Naturkon, la coordinadora de los grupos naturalistas y ecologistas de Gipuzkoa, quiere denunciar ante los guipuzcoanos la gestión torpe, inadecuada y peligrosa que la Diputación Foral está desarrollando en el Parque Natural de Aralar.
De un tiempo a esta parte, Aralar está siendo objeto de polémica por el proyecto de construcción de pistas que ha aprobado la Mancomunidad de Enirio-Aralar con el respaldo de la Diputación, que lo financia con 2.000.000 euros. La Diputación es la responsable de gestionar el Parque Natural y, según el Plan de Ordenación del mismo, su actuación debería estar orientada a proteger, conservar, recuperar y mejorar los valores naturales de Aralar, especialmente los hábitats y las especies de flora y fauna silvestres. Entre ellos se hallan dos tipos de prados, hábitats de interés comunitario ligados al pastoreo, pero el conjunto de la gestión no puede basarse en ellos.
A la Diputación le cuesta reconocer que Aralar es Parque Natural y, cuando lo hace, dice que lo es gracias a pastores y ganaderos, y eso no es verdad, porque Aralar fue declarado Parque Natural en 1994 pues en conjunto está bastante bien conservado (bosques, prados, roquedos, regatas...) y por la calidad de su paisaje. Por eso ha de adoptase un modelo de gestión en el que las actividades económicas y los usos sean compatibles con la preservación del patrimonio natural.
La Diputación no ha tomado en consideración los criterios de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, prestigiosa entidad que, sin duda, es la que más conocimiento científico acumula sobre Aralar. Hace trece años, en cambio, sí que lo hizo, razón por la que se paralizó la construcción de pistas. Entonces, el Parlamento Vasco en pleno reconoció que el proyecto de pistas era totalmente inadecuado de cara a cumplir los objetivos del Parque Natural. Se acordaron alternativas que, lamentablemente, no se han llevado a cabo. Si se sigue adelante con el proyecto de pistas generará en el Parque daños irreversibles y, además, no garantizará el futuro de la ganadería.
De igual modo que no ha tenido en consideración el criterio de Aranzadi, ni la Diputación ni la Mancomunidad han tenido en cuenta las opiniones de otros agentes, como montañeros/as, naturalistas, ecologistas, ornitólog@s, etcétera. Una vez más, solo está atendiendo a los intereses de una de las partes, la constituida por pastores y ganaderos. Esto supone poner en riesgo la naturaleza del Parque y, a largo plazo, el propio pastoreo, que se vería perjudicado por la creciente erosión del terreno. Este año, el Patronato de Aralar, en el que están representados diferentes agentes, ni siquiera ha sido convocado a una reunión para aprobar el presupuesto y el plan de actividad, que, lógicamente, debería haber abordado la cuestión de las pistas. De modo que la actitud de la Diputación nos parece realmente grave.
En la recientemente construida pista Intzensao-Goroskintxu no se ha realizado como es debido la revegetación de los taludes y rellenos, tal y como estipulaba la Declaración de Impacto Simplificada, y ya se están viendo trazas de grave erosión en algunos tramos, como consecuencia de la intervención del ganado.
Creemos que es preciso impulsar el pastoreo y la ganadería ecológicas, siempre con arreglo a la normativa del parque y las leyes. Pero, previamente, es preciso hacer un estudio de la situación actual en su conjunto, hacer públicos los resultados y asegurar que se adoptan las medidas para preservar los valores naturales. Después debería abrirse un proceso participativo entre los diversos sectores para garantizar una gestión sostenible del Parque Natural de Aralar. Si la Diputación toma ese camino, nos tendrá a su lado. Y tiene instrumentos para ello, por ejemplo la Mesa de la Biodiversidad que se creó en la legislatura pasada.
Todo esto contribuiría también a que desapareciera la tensión insoportable que en torno a este asunto se está viviendo en los municipios del entorno de Aralar, y a recuperar la convivencia. De hecho, muchos ciudadan@s están viviendo momentos nada agradables, donde la quema de la borda que gestiona Gailurrerantz Mendi Elkartea en Oidui se ha convertido en el ejemplo más claro. Reafirmamos que actos de este tipo están fuera de lugar y pedimos a la Diputación Foral de Gipuzkoa que reconduzca este conflicto y cumpla con su cometido, como son la conservación y restauración del patrimonio natural, adaptar los usos del parque natural a los recursos existentes, mantener y mejorar el estado de las especies y/o hábitats protegidos... En definitiva cumplir las normas, las obligaciones que conllevan el que Aralar sea Parque Natural y parte de la Red Natura 2000.
Asimismo que inicie dicha labor con el objetivo de que l@s ciudadan@s sintamos el Parque Natural de Aralar como parte de nuestra identidad.
Donostia, a 11 de febrero de 2017
NATURKON: ASOCIACIONES NATURALISTAS Y ECOLOGISTAS DE GIPUZKOA
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