El 5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente, es la cita anual ineludible para para llevar a la calle las reivindicaciones del movimiento ecologista. La conciencia sobre la emergencia ecológica está cada vez más extendida. También hay quien se beneficia de esta conciencia y trata de tapar las actividades ecocidas con tinte verde. Ese es el greenwashing, o blanqueo verde.
Por ejemplo, mercancías con materiales 100 % reciclables, producidas explotando materias primas y que crean sólo más basura; alimentos con etiqueta "ecológica", sin pesticidas, pero producidos a miles de kilómetros del punto de venta; los que se comercializan con mensajes como Save the Planet o similares; logos verdes de transnacionales...
Lo mismo desde las instituciones. El Parlamento Europeo no reconoció la existencia de emergencia climática hasta noviembre de 2019. Además, más que una manifestación vinculante, fue propaganda. De hecho, las políticas de transición de la UE continuan sustentandose en el mismo mito: el crecimiento de la economía es posible mientras se reduce el consumo energético y los impactos ambientales.
El Gobierno Vasco y el de Navarra siguen la misma línea, en vez de que garantizar los servicios públicos y satisfacer las necesidades socio-ecológicas, pudiendo caminar así, hacia una transición real, ha destinado los fondos europeos a Petronor, Iberdrola y compañía para financiar el TAV, la ampliación del canal, el corredor del hidrógeno no renovable, la incineradora, las centrales eólicas inaceptables, etc., endeudando a la población y poniendo en grave aprieto a la tierra.
En Gipuzkoa tenemos una amplia problemática en torno a la emergencia climática y escasa voluntad política para abordarlas: desequilibrios en el reciclaje entre Donostia y las zonas rurales; la turistificación y la artificialización de las zonas protegidas; la incineradora, el metro, y ahora los disparates del surf-park y el reciclaje premiado. La desaparición de los bosques guipuzcoanos, y la consecuente pérdida de biodiversidad, el uso de eucaliptos, la contaminación de los arroyos marinos, la sobreexplotación de la naturaleza, la mafia de los vertederos...
En fin, el blanqueo verde es la contradicción pública entre la acumulación ilimitada de riqueza y un planeta limitado. Los grupos ecologistas de Gipuzkoa denunciamos que en la celebración de este día las autoridades políticas, instituciones y empresas aprovechan para limpiarse sus manos y quitarse de responsabilidades.
La conciencia ecologista y la movilización son imprescindibles para responder al capitalismo verde y llevar a cabo alternativas reales ante la emergencia climática. Iluminemos la dirección a favor de una transición ecológica y social desde lo pequeño al mundo entero. ¡Que no nos engañen! ¡No al greenwashing!
Sinatzaileak: Larreko Mahaia, Greenpeace, Eguzki, Errausketaren Aurkako Mugimendua, Gurasos, Fridays For Future, Extinction Rebelion, Satorralaia, Naturkon, Antikapitalistak Euskal Herria, Ekologistak Martxan Gipuzkoa, Landarlan Ingurumen Elkartea, ELA, LAB, Steilas.
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