Hemos comenzado el año con una resolución satisfactoria del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de Madrid, con fecha 3 de enero de 2025, que supone la retirada del proyecto de central eólica de la multinacional Statkraft formada por once aerogeneradores que se preveía construir entre Aramaio y Eskoriatza (Gipuzkoa).
La resolución publicada 15 días después (Resolución de 3 de enero de 2025, de la Dirección General de Calidad y Didáctico Ambiental, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto «Planta Eólica "Itsaraz", de 60,4 MW, en las provincias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa) recoge textualmente: “En consecuencia, esta Dirección General, ..., formula declaración de impacto ambiental desfavorable a la realización del proyecto «Planta Eólica «Itsaraz» de 60,4 MW, en las provincias de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa» puesto que en la ubicación seleccionada para el proyecto y con las medidas planteadas, no puede descartarse que produzca impactos negativos significativos sobre la avifauna protegida y los espacios protegidos y Red Natura 2000 entre los que se ubica el proyecto, con posible perjuicio a la integridad de la ZEC Urkiola".
La resolución no es larga, pero es rigurosa y correcta. Según se recoge, además de en los recursos interpuestos por varias personas y agentes sociales, se han centrado en los recursos interpuestos por la Asociación ornitológica Seo-Birdlife y las Diputaciones de Álava y Bizkaia. Ambas administraciones han mostrado el efecto negativo que podrían tener estos aerogeneradores en los espacios naturales y especialmente en las aves protegidas, ya que además de dañar el nido y las zonas de alimentación de varias rapaces, el proyecto perjudicaría su migración anual.
Pues bien, si se lee esta resolución se podrá comprobar que la Diputación de Gipuzkoa no ha participado en su tramitación cuando, además de proyectar varios aerogeneradores en territorio guipuzcoano, se prevé la afección al parque natural de Aizkorri-Aratz y a la vida silvestre de la zona, tal y como se recoge en la resolución.
La situación es muy grave. La dirección de Montes y Conservación de la Naturaleza de la Diputación de Gipuzkoa destina recursos humanos y materiales para el seguimiento de las aves protegidas. Los guardas forestales, organizados por dicha Dirección, realizan entre otras, labores de seguimiento de las aves protegidas necrófagas en la CAPV y del milano real en peligro de extinción (Milvus milvus), con gran rigor, según los técnicos.¿Para qué sirve dicho trabajo si no se va a utilizar la información para proyectos que pongan en peligro a dichas aves protegidas?
Recientemente, en la Ponencia sobre Forestalismo de Gipuzkoa en Juntas Generales organizada por el Departamento de Equilibrio Territorial Verde de la Diputación de Gipuzkoa, escuchamos al jefe de servicio de la dirección de Montes y Conservación de la Naturaleza, cómo trabajan para proteger los nidos de milanos reales de las talas de árboles. Se mostró orgulloso de la cantidad de nidos que han protegido con su trabajo. Es un trabajo encomiable, sin duda. Sin embargo, tal y como recoge la propia resolución sobre la central eólica Itsaraz, en el estudio realizado para este proyecto, “en cuanto al milano real, señala que la especie es residente y reproductora en Gipuzkoa y Álava. Durante el periodo postnupcial, se han detectado 90 ejemplares en 35 grupos que volaban a una altura media de unos 96± 4 m.” Todos los aerogeneradores les afectarían. ¿La Diputación de Gipuzkoa no tiene nada que decir al respecto?
Asimismo, la resolución recoge lo siguiente: “Entre las especies detectadas, el estudio de avifauna refleja el avistamiento, durante los censos primaverales, de cinco ejemplares de alimoche. El documento indica que se trata de una especie estival, reproductora en la zona, con un territorio estable situado en el Izpiste, a 6 km al norte de la alineación de aerogeneradores, otro en el Udalaitz, a 7 km al nordeste, y otro en el Anboto, a 8 km al norte.” Todos ellos a menos de 10 km de distancia, la cual el plan de aves necrófagas de la CAPV establece como medida de protección. ¿Tampoco la Diputación de Gipuzkoa tiene nada que decir a este respecto?
Y estos son solo algunos ejemplos, pues la dimensión de los daños que dicho proyecto acarrearía no sólo en el medio ambiente y la biodiversidad, sino también en el paisaje y en el patrimonio natural en general, es de tal calibre que ha sido rechazado por el Ministerio.
Pero Itsaraz no es el único parque que podría afectar a la vida silvestre de Gipuzkoa y está en proceso de tramitación. Buruai y Trekutz son anteriores, y también está Piaspe. Para este último se solicitó expresamente a dicha Dirección un informe sobre la presencia y uso de la zona por aves y murciélagos protegidos en la zona afectada por el Parque Eólico. ¿Lo ha presentado en Lakua? ¿Por qué en otros casos no lo ha presentado, cuando se hace un seguimiento de las especies protegidas también en sus alrededores?
El planteamiento del Gobierno Vasco para la producción de energías renovables (sin ordenación ni medición de impactos ambientales) es el mayor problema contra nuestro patrimonio natural, desde que su protección se regula legalmente. ¿Cómo protegemos la vida salvaje en estas condiciones?
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