Ezin argiago adierazi.
Trump en Aralar
Mostrando la misma sensibilidad hacia el medio ambiente de la que alardea el pintoresco magnate, la Diputación ha renunciado a su deber de gestionar y proteger el parque natural de Aralar. La recién construida pista de Goroskintxu, de dudosa legalidad, está en manos de la Fiscalía del Medio Ambiente. Está por ver si, como En EEUU, la fiscalía se planta ante el gobernante o le sigue el juego. En última instancia los responsables europeos e l Red Natura 2000 se tendrán que pronunciar. En este tema la Diputación se ha posicionado a favor de un único grupo de interés y al más estilo Trump, desprecia al resto del mundo, en este caso montañeros, ecologistas, científicos… Después de que la Sociedad de Ciencias Aranzadi compareciese en las Juntas Generales advirtiendo de las consecuencias graves e irreversibles que originará el proyecto, los junteros que sustentan al Gobierno reaccionaron como lo haría el presidente de moda y acusaron a la asociación de defender su posición con poco rigor científico. A quien y a Aranzadi. Este estilo de hacer política está generando crispación en los pueblos cercanos al parque natural y una fractura social entre ganaderos y las personas que quieren conservar el entorno. La quema intencionada de una chabola que era gestionada por la asociación de montaña de Zaldibia, cuya dirección se ha mostrado contraria a las pistas, es una prueba de ello. Habrá que ver las consecuencias que deja este conflicto. Se hagan las pistas o no, el primer sector va a quedar tocado. Ya nada será lo mismo. La diputación, en vez de mediar y promover una salida consensuada, sigue con su huida hacia adelante, y ha anunciado que se gastará dos millones de euros, del dinero de todos, para que no quede ni el más recóndito paraje de Aralar sin su pista. No hace falta irse muy lejos para sufrir el estilo Trump, lo tenemos aquí mismo, en Aralar.
Aitzol Fernandez Arin
Beasain
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