2021/03/02

Pistas y modelo ganadero en Aralar

De nuevo se ha levantado revuelo en los pueblos de Enirio-Aralar por la pista a Saltarri que está en vía judicial. El tema no es nuevo: el conflicto es constante desde que en 2016 la Diputación de Gipuzkoa, con la aprobación de la Mancomunidad de Enirio-Aralar, construyera la nueva pista entre Intzentsao y Goroskintxu. Las voces a favor de esta pista se han levantado porque se ha archivado provisionalmente la denuncia interpuesta por los grupos ecologistas Eguzki y Landarlan, pero la cuestión no ha concluido y mucho menos el conflicto originario de dicha cuestión.
 

La causa de la puesta en cuestión de esta pista es su impacto ambiental. En las recientes opiniones que han lanzado algunos cargos del PNV, dicen que los ecologistas somos urbanitas, ignorantes y enemigos de los ganaderos. Así uno de ellos, exalcalde, nos ha representado también como esclavos de la Izquierda Abertzale, en la creencia de que bailamos al son de dicha tendencia política. Les convendrá distorsionar la realidad y el esfuerzo es evidente. Sus deseos han sido claros en las reuniones convocadas por la Mancomunidad de Enirio-Aralar. Los presuntos representantes de los ganaderos que se reúnen en esa mesa quieren que Aralar sea gestionado a su favor. Por su parte, los representantes del partido político PNV que se reúnen en esta mesa no quieren una legislación que regule el uso de los pastos de Aralar, y mucho menos que controle los ya aprobados.


El quid de la cuestión, es en favor de qué o de quién se gestionan los pastos de Aralar. La demanda de ecologistas y conservacionistas de la naturaleza es clara: lo que pedimos es regular legalmente un modelo de gestión con bases científicas y cuidarlo con los recursos de la administración. El objetivo principal de este modelo de gestión debe ser la conservación y/o recuperación del patrimonio natural del Parque Natural, incluyendo la calidad ecológica de los pastos.


El conflicto de las pistas tiene su origen en el modelo de ganadería. Hay que tener en cuenta el modelo ganadero para entender la actitud de la Diputación de Gipuzkoa y de varios representantes de la Mancomunidad en relación a este tema. No difiere del referente a otros espacios públicos, sino que es complementario: priorizan la gestión de pastos en beneficio del interés privado, sin medir el impacto ambiental y sin plantear otro uso. Muestran un absoluto desprecio por la conservación de la naturaleza, con el fin de alimentar al mayor número posible de ganado, exigiendo que la gestión de los pastos sea competencia exclusiva de sus propietarios.


La Diputación y dichos representantes no quieren escuchar que siendo Aralar un Parque Natural hay que priorizar la utilidad pública, es decir, supeditar los intereses de los ganaderos al valor ecológico de estos pastos, que es el interés público. La situación actual de los pastos de Aralar se debe en gran medida a los animales y los pastos pueden ser hábitats de interés comunitario si se gestionan de forma responsable. En la actualidad no se garantiza y, por parte de algunos, no se aprecia ninguna intención.
En Aralar cada vez hay más cabezas de ganado. En tiempos de disminución de pastores y ganaderos profesionales, la ganadería recreativa está aumentando en los pastos de montaña. Este modelo ganadero, sin embargo, exige infraestructuras para reducir la distancia entre el pueblo y el monte, condiciones para un desplazamiento rápido y cómodo y cada vez mayores impactos ambientales.


El pastoreo de montaña tiene dificultades ya que no tienen allí arriba el confort de los caseríos. Es por ello que se exigen a la administración medidas compensatorias y es legítimo el cumplirlas. Pero no en detrimento de la biodiversidad y del patrimonio natural.


La Administración debería primar la defensa del patrimonio natural ante estos intereses contrapuestos, se le ha dado esa responsabilidad y se le exige su cumplimiento.

 

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